domingo, 4 de enero de 2015

Del otro lado

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Se cuenta que en un pueblo de la india en una tribu vivían unas familias que creían en el corán y lo practicaban en su vida, estos predicaban a sus hijos sobre el bien y el mal y sobre la reencarnación, también en que depende como uno moría y sí cumplías la obra de Alá en la tierra, podrías ganarte aquel lado maravilloso y de luz donde todo es diferente, donde no hay llanto, ni malda, donde no hay injusticia

Dicen que. 
Murió un hombre y este sí llegó a cumplir la obra de Alá en la tierra, nadie sabía sí abría renacido en un mejor ser o sí había conquistado aquel lugar, del otro lado, pero se dice que ese hombre es aquel que sentimos, aquel que nos da valor, que nos da inspiración, que nos hace soñar despierto, nadie sabe sí es cierto o fisticio, más sin embargo yo lo creo decía aquel cabeza de familia, y seguía al pie de la letra las líneas del corán para ganarse el otro lado y poder vivir la vida que ofrece, trabajó todos sus días cumpliendo con sus obligaciones familiares, sociales, laborales y la ayuda continúa a su prójimo, hasta que este hombre murió y antes de su muerte le dijo a sus hijos que siempre hagan bien y no miren a quién, que lo que se da en vida se guarda para lo eterno, y así partió su camino hacia el otro lado.

Cuando el hombre pasó de una puerta a otra, de un lado oscuro a otro tan claro y brillante como sí el sol estuviera más cerca de la tierra, pero este era tan inofencivo, sólo radiaba luz, una luz intensa que iluminaba todo. 

Caminando por aquel lugar que no sabía sí era un sueño o algo real, con unas calles de oro y un inmenso mar de cristal, de pronto ve un hombre con unas largas barbas y un pelo así como radiaba el esplendor de luz, que llegó a su encuentro, saludandole con nombre y apellido, te felicito por haber creído, por haber sembrado la semilla de mis palabras a todos a tú alrededor, bienaventurados aquellos que creen sí ver.

Prosiguió hablándole y le pregunto ¿que tal está la tierra? ¿Como se tratar los hombres? Este inmediatamente empezó a redactar los sucesos que acontecen, los hombres se han llenado de una envidia, un odio el uno por el otro, se matan entre sí, no se respetan, viven para sí y como si fueran inmortales, amasan riquezas, que nunca disfrutan mientras otros mueren de hambre día a día, se creen dueños de algo sin saber que ni de su vida son dueños.

En el rostro del caballero de blanco brotaron dos gotas de sangre, que emanaban de sus ojos y recorrian aquella piel tan perfecta, dijo que le ah pasado a la obra de mis manos, los cree con todo mi amor, les dí unos mandamientos de amor, para que vivan en armonía y no se que les pasó, se matan unos a otros, guerras y caos entre pueblos, parece que no les bastó que mataron a mi hijo amado, quién murió por sus pecados y resucitó al tercer día, ahora gobierna a mi diestra.
Mi corazón llora al saber que no puedo hacer más, lo último que haré es mandarte a ti a seguir sembrando la semilla, para que se arrepientan y es mi última opción, me apeno que sí no hacen caso tendré que acabar con otra civilización más.

Así con ese mensaje partió de regreso a la tierra, en su localidad todos estaban apenados por la muerte de este líder religioso, y estando todos preparando las actividades para el funeral, repentinamente despertó y pidió agua, todos quedaron pavoridos por el suceso, como pudo este patriarca volver de la muerte,

después de tomar agua y sentirse mejor les pregunto a sus hijos que había pasado estos le dijeron que dejó de respirar y que el médico lo diagnóstico muerto, y que estaban haciendo el preparativo para el ritual del funeral, luego de escuchar atentamente, entonces este dijo manda a decir que estoy vivo y que traigo mensajes de Alá para todos los pueblos y el mundo, salieron los empleados a dar las buenas nuevas a toda la comunidad que se encontraba en duelo. 
Los hijos no se aguantaron y les preguntaron que le había pasado, este empezó a relatar todo lo que pasó del otro lado los maravilloso de aquel lugar, el mar de cristal que vio, el recorrido sin cansancio por toda la ciudad cubierta de unas calles de oro, el santuario lleno de ángeles cantando aleluya, y todo lo que Alá le dijo, todos atentos a lo que decía el patriarca con sus rostros brillante de luz, al finalizar todos quedaron ungido con las palabras del patriarca y llenos de un espíritu limpio y procedieron a acompañarlo en su recorrido de predica, por todos los pueblos y aldeas, en su recorrido muchos los tindaron de locos, otros pocos de fanáticos y sólo unos poquitos creyeron y siguen creyendo, esperando el día que partan de está tierra, o les llegué el fin.
Más la gran mayoría sigue viviendo su vida a toda prisa, pensando que están gozando y es destruyendo sus vidas, sin saber que todo es vanidad de vanidades, que todos los que están es por lo que tienes, sin pensar que la felicidad es vivir los momentos bellos al lado de nuestros seres queridos, que de lo que está lleno el corazón habla la boca y a veces dice muchas cosas sin pensar el bien o mal que puede ocasionar.

Mientras la vida sigue sin variar, hoy estamos mañana no, hoy somos mañana ni recuerdos, sólo pocos pensaran en nosotros mientras el tiempo pasa igual que nuestra memoria.
¿Estas preparado para el otro lado?

Escrita por: Gerson Polanco

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